La giardiasis se refiere a una infección intestinal causada por el parásito protozoario giardia, que es el parásito intestinal más común que se encuentra en los seres humanos. Los perros desarrollan la infección al ingerir crías infecciosas (quistes) que se eliminan en las heces de otro animal. La contaminación puede ser por contacto directo o indirecto con los quistes infectados. Los organismos, una vez ingeridos, llegan al intestino y a menudo provocan diarrea. El tratamiento se realiza habitualmente de forma ambulatoria y con buen pronóstico.
Giardiasis en perros
La condición o enfermedad descrita en este artículo médico puede afectar tanto a perros como a gatos.
Síntomas y tipos
Los síntomas son más visibles en los animales más jóvenes que en los más viejos y pueden ser de naturaleza repentina (aguda), temporal (transitoria), discontinua (intermitente) o continua (crónica). En algunos casos, los perros presentarán diarrea suave, espumosa, grasosa y con un olor fuerte y horrible o moco excesivo.
Causas
Una de las causas más comunes de la infección parasitaria es la ingestión de materia fecal infectada, ya que los quistes se eliminan en las heces de los animales. La causa más común de transmisión es en realidad a través del agua, ya que el parásito prefiere el ambiente fresco y húmedo. Hasta el 50 por ciento de los cachorros jóvenes desarrollarán esta infección intestinal, y hasta el 100 por ciento de los perros alojados en perreras la desarrollarán debido a la exposición masiva y los espacios de vida compartidos estrechamente.
Diagnóstico
Su veterinario querrá descartar otras posibilidades de infección intestinal, como una digestión inadecuada (mala digestión), nutrientes no absorbidos (malabsorción) o enfermedad inflamatoria intestinal (EII) antes de recomendar una opción de tratamiento. En los gatos, su veterinario querrá diferenciar entre la giardia y otras causas principales de diarrea del intestino grueso. El organismo se detecta principalmente en las heces. Normalmente, un frotis fecal es suficiente para comprobar su presencia, aunque es posible tener un falso positivo.
Tratamiento
El tratamiento generalmente se realiza de forma ambulatoria, a menos que el perro se haya enfermado y débil. Los medicamentos recetados para perros junto con el baño se combinan para reducir la probabilidad de que se repita la infección y para eliminar el parásito del cuerpo del perro. A menudo se requieren exámenes fecales repetidos para confirmar que la infección se ha eliminado, ya que una infección en curso (crónica) puede ser debilitante para el animal.
Vida y gestión
Es importante observar los signos de deshidratación, especialmente en los animales más jóvenes. Administrar el medicamento recetado y llevar al animal nuevamente para su examen también son importantes para una recuperación exitosa.
Prevención
Dado que una de las mayores incidencias de propagación de la infección es en una perrera, busque lugares que ofrezcan espacios privados para las mascotas con el fin de evitar la contaminación de los otros animales.