La cirrosis del hígado es la formación generalizada (difusa) de tejido cicatricial, asociada con nódulos o masas regenerativas y alteración de la arquitectura hepática. La fibrosis del hígado, por otro lado, implica la formación de tejido cicatricial que reemplaza el tejido hepático normal. Esta condición se puede heredar o adquirir. Los doberman pinscher, cocker spaniels y labradores son especialmente susceptibles a la inflamación prolongada (crónica) del hígado; una condición conocida como hepatitis crónica.

Cirrosis y fibrosis del hígado en perros

Síntomas y tipos

  • Convulsiones
  • Ceguera
  • Acumulación de líquido en el abdomen.
  • Falta de energía
  • Pérdida del apetito (anorexia)
  • Mala condición corporal
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Estreñimiento
  • Heces negras y alquitranadas debido a la presencia de sangre digerida.
  • Aumento de la sed
  • Aumento de la micción
  • Decoloración amarillenta de las encías y otros tejidos del cuerpo.
  • Posibles tendencias hemorrágicas (poco común)
  • Lesiones cutáneas con inflamación ulcerosa superficial (dermatitis necrolítica superficial)

Causas

  • Lesión hepática prolongada (crónica)
  • Enfermedad inflamatoria intestinal (EII) a largo plazo (crónica)
  • Lesión hepática inducida por fármacos o toxinas: enfermedad hepática por almacenamiento de cobre (hepatopatía por almacenamiento de cobre); medicamentos para controlar las convulsiones (conocidos como anticonvulsivos); medicamentos azoles para tratar infecciones fúngicas; medicamento para tratar los parásitos intestinales (oxibendazol); antibiótico (trimetoprim-sulfametoxazol); medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE); Toxina a largo plazo (crónica) transmitida por los alimentos (aflatoxinas)
  • Enfermedad infecciosa
  • Bloqueo a largo plazo (crónico) del conducto biliar extrahepático o común (obstrucción del conducto biliar extrahepático), que dura más de seis semanas

Diagnóstico

Su veterinario realizará un examen físico completo en su perro, teniendo en cuenta el historial de antecedentes de los síntomas y los posibles incidentes que podrían haber precipitado esta afección. Un perfil químico sanguíneo, un hemograma completo, un panel de electrolitos y un análisis de orina para descartar otras causas de enfermedad también son procedimientos de examen estándar.

Debe tomarse un aspirado con aguja fina del hígado para enviar una muestra para análisis citológico. También puede ser necesaria una biopsia de hígado tomada por laparoscopio para formar un diagnóstico definitivo.

Tratamiento

Los pacientes con signos mínimos pueden ser tratados de forma ambulatoria siempre que sigan comiendo normalmente. Los pacientes con signos más graves deben ser hospitalizados, recibir fluidoterapia si es necesario y se les debe insertar un tubo de alimentación si muestran síntomas de anorexia. Se pueden complementar los electrolitos mientras se administran líquidos y algunos pacientes responden bien a las vitaminas del complejo B.

Si hay acumulación de líquido abdominal, será necesario extraer y extraer el líquido, y restringir el sodio en la dieta hasta que se haya resuelto la causa de la acumulación.

A los perros que muestran signos de encefalopatía hepática (acumulación de amoníaco en la sangre que causa signos neurológicos) se les debe retener la comida, al igual que a los perros que están vomitando y / o que sufren de inflamación del páncreas. Para la encefalopatía hepática, los perros pueden recibir proteína de soja o lácteos en combinación con tratamiento médico para aumentar la tolerancia al nitrógeno. Estos pacientes deben tener porciones de proteínas individualizadas adecuadas a su nivel de disfunción hepática. Deben mantenerse los niveles de albúmina.

Si se está considerando la cirugía en tales pacientes, se realizará un perfil de coagulación, los pacientes sinusoidales con tiempos de coagulación más largos tendrán una mayor probabilidad de sangrado, incluso durante cirugías menores.

Vida y gestión

Su veterinario programará chequeos regulares con usted para su perro. En estas visitas, se realizarán análisis de sangre, incluido el control de los ácidos biliares séricos totales. Su veterinario también observará la condición corporal en curso de su perro y observará si se acumula líquido en el abdomen. Comuníquese con su veterinario si el abdomen de su perro parece ser más grande de lo normal, se comporta de manera extraña o parece estar perdiendo peso.

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